Lunes, 9 de junio de 2014

¿Es lo mismo el coeficiente intelectual que la inteligencia emocional?

¿Es lo mismo coefciente intelectual que inteligencia emocional?

I. Emocional. Museum fúr Kommunikation. Berlín (Imagen by MSAM)

A menudo nos habremos parado a pensar qué paso con aquel  compañero/a que se encontraba entre los primeros de la clase y que tras el paso de los años, en un reencuentro ocasional, comprobamos que aquello que podía augurar un triunfo en su vida profesional se quedó en solo una quimera. Y sin embargo, otros que no destacaron precisamente por sus calificaciones sino todo lo contrario, aunque finalizaron sus estudios universitarios, hoy, ocupan una posición profesional destacable.

La diferencia estriba precisamente en la denominada inteligencia emocional de la que ya hemos hablado en anteriores posts.

Quizás no sepan o sí, que hay una base cerebral en la inteligencia emocional y que gracias a las técnicas de neuroimagen y estudios de lesiones, hoy sabemos que en la amígdala derecha en el cerebro medio es la responsable de las emociones. Que en el córtex somatosensorial/insular está la capacidad de comprender y sentir nuestras propias emociones, entender las de los demás y por tanto desarrollar la empatía, que en la circunvolución del cíngulo interior, la capacidad de manejar nuestras emociones y en el córtex orbitofrontal la capacidad de resolver problemas personales e interpersonales, de expresar nuestros sentimientos de manera eficaz y de relacionarnos con los demás. Así nos explica Daniel Goleman, psicólogo de renombre internacional, en uno de sus libros.

Es la inteligencia emocional la que caracteriza a los grandes líderes, sin menoscabo de poseer también un coeficiente intelectual adecuado. Es la inteligencia emocional la que a través del desarrollo de sus competencias y habilidades permite alcanzar grandes hitos a las personas.

No hay una sola inteligencia, sino muchos tipos de inteligencia, una de ellas la inteligencia matemática, la capacidad de resolver problemas, todo lo relacionado con los números, ha sido la mejor parada y por la que nos han medido a todos desde pequeños.

Afortunadamente en la búsqueda de líderes, de dirigentes para las organizaciones, ya se pide destacar en las competencias emocionales y ésta debe ser una asignatura en la que deben conseguir la máxima calificación.

El coeficiente intelectual nos mide las habilidades cognitivas a diferencia de la inteligencia emocional que nos mide las competencias de la autoconciencia emocional, conciencia social, autogestión y la gestión de relaciones.

Hay estudios que demuestran que los líderes manifiestan las competencias emocionales a muy temprana edad, pero otros también que estas competencias pueden desarrollarse. Y no olvidemos que desarrollar estas competencias nos harán a todos más competentes emocionalmente en nuestra vida diaria no solo profesional sino personal, algo muy importante en nuestra interacción con quien nos rodean.

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Por Montse Sánchez-Agustino
 
 
 
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