Domingo, 30 de septiembre de 2012

Evaluaciones de desempeño

Evaluaciones de desempeño. Mi lupa y mi Montblanc (imagen by MSAM)

Se tratan de herramientas muy útiles para el desarrollo de los colaboradores y suponen un punto de encuentro en el que se analizan una serie de competencias que permiten a quien evalúa y al evaluado hacer un repaso de su situación durante el periodo a analizar. Han sido muy denostadas, en esta caso por desconocimiento de su valor por parte del colaborador y porque quien dirige no cree en ellas y no ha sabido ver su utilidad y por tanto se convierten en una rutina que hay que cumplir. Sin embargo, bien utilizada es una herramienta muy adecuada para analizar el desarrollo de los trabajadores. A aquellos colaboradores que dudan de su valor hay que hacerles ver el beneficio y lo importante de hacer una puesta en común del trabajo realizado.

En primer lugar, tanto quien dirige como quien es dirigido, deben preparar con antelación suficiente la reunión que va a tener lugar . Cada uno desde su prisma deben examinar los progresos y las áreas de mejora del evaluado. El superior debe dirigir la reunión y permitir que quien se evalúa analice por si mismo su progresión. De esta manera y haciendo preguntas el evaluador, se adquiere el compromiso del colaborador puesto que éste es consciente de cuál es su evolución y donde debe mejorar, y si no es así, será su superior el que se lo haga ver, no como imposición, sino con hechos  siempre razonados. Tras analizar todas las competencias que se requieren para el puesto y de cara a conseguir el compromiso del colaborador, es bueno que sea éste el que se ponga retos de mejora de manera que así se compromete con las tareas elegidas y éstas serán de más fácil cumplimiento. Cuando quien evalúa comprueba que los retos no son demasiado ambiciosos para la valía del colaborador debe hacerle reflexionar si éstos no deben ser más retadores.

Hay que establecer fechas de seguimiento y de consecución de las tareas definidas y hablar de los compromisos adquiridos con asiduidad con el fin de que éstos no queden en el olvido y más adelante supongan un aliciente una vez alcanzados.

Es importante la elección del lugar de reunión y del ambiente relajado y distendido, se trata de sacar lo mejor del colaborador.

Las evaluaciones de desempeño son un cuaderno de ruta de gran interés y de las que los directivos debemos sacar la mayor y mejor rentabilidad. Dentro de las habilidades de un buen liderazgo están entre otras muchas el trabajo en equipo, nivel de confianza, asertividad , empatía,  influencia-persuasión,  desarrollo de los demás y  escucha activa, de gran ayuda a la hora de sentarnos con nuestros colaboradores para hacer una buena evaluación de desempeño.

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Por Montse Sánchez-Agustino
 
 
 

2 comentarios.

  • Belén Varela
    11-10-2012

    Completamente de acuerdo, Montse! Me toca advertir que son un arma de doble filo y pueden también destruir la voluntad. Una buena formación y muchas ganas de hacerlo bien, son las claves.
    Enhorabuena por este blog!!!

    • 11-10-2012

      ¿a qué te refieres con destruir la voluntad?

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