Gestión de conflictos
Gestión de conflictos ( Imagen by Manu Dibuja)
Trabajar en una organización supone compartir un proyecto común, unos objetivos, y seguir el camino del planteamiento estratégico diseñado. En las organizaciones, en los equipos de trabajo surgen conflictos que hay que saber gestionar de manera productiva para conseguir ser mejores, pues desde la diversidad aprendemos más intra e interpersonalmente.
No hay que temer opinar inteligente y educadamente sobre los temas que nos competen. Y pongo el énfasis en el adverbio educadamente porque en el momento que uno pierde la educación y los modos se descalifica asimismo, es fuente de caos y más conflicto.
Los conflictos, al final, tienen que ver con desacuerdos inducidos por múltiples motivos, en los cuales siempre hay un porcentaje muy elevado de carga emocional provocada por fuerzas externas o propias (internas) que tienen que ver con los rasgos de personalidad de las partes, dado que los problemas los plantean las personas.
En los conflictos se debe separar muy bien los hechos del individuo y a los hechos buscar soluciones y las correcciones pertinentes si realmente son fruto de desacuerdos.
Son fuente de conflicto:
- Falta de información.
- Departamentos dentro de las organizaciones que tienen objetivos propios. De fácil resolución: uniendo sinergias y teniendo al menos un porcentaje del objetivo común.
- Inadaptación al cambio.
- No aceptación del rol que tiene cada uno en la organización.
- Resistencias pasivas dentro de las organizaciones y de los equipos de trabajo, terriblemente dañinas.
- Ataques directos a las personas y no a los hechos. Actitudes denostables.
- Y lo que es muy frecuente, que no coinciden las expectativas, que tienen que ver con el éxito en el cumplimiento de unos objetivos concretos y por tanto con el comportamiento propio de cada uno.
Ante un conflicto, deberemos tener en cuenta si merece la pena enfrentarse. Si el desencuentro está dentro del grupo de trabajo que uno lidera, yo diría que siempre hay que encararlo cuanto antes, pues ocurre como con la nieve… la nieve primeramente es un copo, para pasar a una bola que se puede convertir en algo de grandes dimensiones.
Hay métodos preventivos que evitan los grandes conflictos, esas verdaderas guerras que a veces lamentablemente se dan en las organizaciones…, la prevención es hacer una selección adecuada teniendo en cuenta las afinidades e incompatibilidades de las personas, tanto con el resto de componentes del grupo como con quien lo dirige. Además de una correcta selección, tener en cuenta el binomio formación-educación. Éste abre mentalidades, hace que las personas estén preparadas para el cambio y hacia otras alternativas y, minimiza los conflictos. Y los que se producen, siempre son fruto de riqueza y de aportaciones siendo su valoración y balance muy positivo.
Para gestionar un conflicto deberemos sacar lo mejor de nuestro yo, nunca de manera defensiva, sino separando la persona del problema, hasta conseguir una solución de mutuo acuerdo y el compromiso de la solución.
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gracias por el aporte, ayer justamente se generó un conflicto en el equipo, ahora me quedo más tranquila. Pensando que efectivamente hay que distinguir y analizar racionalmente el problema antes de actuar.