Miércoles, 15 de enero de 2014

La importancia de saber decir no

CÓMO DECIR NO
La importancia de saber decir no. ( Imagen by MSAM)

Hoy precisamente hablaba con una profesional de la dificultad que tenía para decir no, todo lo que podía hacer era mantenerse callada y me comentaba el suplicio que suponía mientras su mente se debatía en decirle no a alguien.

Esto es un miedo que hay que superar, decirle no a alguien es una frontera que hay que derribar, hay hasta métodos para poder perderle el miedo a la palabra. Pero es que además cuando corresponde hay que emplearla y a veces con rotundidad. Las personas tenemos cierta tendencia al abuso, sobre todo con aquellos que nos dicen que si a todo.

El mejor ejemplo lo tenemos en los niños, hasta en los animales de compañía. Forma parte de la educación desde que somos pequeños, y a nadie le ha venido mal un no por respuesta. Nadie se ha frustrado, ni pequeños ni mayores, porque le digan NO.

En el terreno profesional, el decir si a todo, no es bueno pero si es fácil, y hace que no nos enfrentemos a la realidad, el decir no forma parte también del sueldo de un directivo. Flaco favor le haríamos a los miembros de nuestros equipos si siempre asintiésemos a todo. Forma parte del juego de la vida estar de acuerdo o en desacuerdo y por decir no, ni perdemos parte del “club de fans” ni nada..es más, ganamos en autoridad, en personalidad, en credibilidad y mostramos equilibrio y claridad. Y cuando decimos que no, o nos dicen que no, ponemos en práctica nuestra asertividad, que es aceptar las opiniones del otro aún estando disconformes con ellas, manifestando nuestras convicciones y nuestras creencias.

Forma parte de nuestra comunicación, y los directivos/as en la toma de decisiones muchas veces mostramos nuestro desacuerdo y emitimos la palabra no, fruto de nuestra autoconfianza y siempre con el ánimo de beneficiar y no de perjudicar.

Les animo a saber decir que no cuando corresponda y como le decía yo a esta nueva directiva, hay que practicarlo para vencer el miedo. Después  hemos estado haciendo un ejercicio en el que le provocaba su negativa constantemente. Nunca he oído tantos noes juntos.

Qué importancia tiene decir que no, que hasta Mario Benedetti le escribió un poema del que les dejo el final de la última estrofa:

“Decir que no”. Mario Benedetti.

“…y ver que un día

pobre diablo
ya para siempre pordiosero
poquito a poco
abres la mano

y nunca más
puedes cerrarla.”

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Por Montse Sánchez-Agustino
 
 
 
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