Jueves, 5 de diciembre de 2013

Inteligencia emocional

Inteligencia Enocional

Inteligencia emocional. Parador de la Granja ( Imagen by MSAM)

No es una ni dos, sino muchas veces las que me digo a mi misma  la magnífica oportunidad que tuve cuando terminé mi carrera de farmacia y entré en el sector hospitalario farmacéutico, del que reconozco no una ni dos, sino muchas veces más, la gran escuela, junto con la de mis padres, mis primeros mentores, que ha sido para mi en todos los sentidos.

En este sector, y concretamente en las empresas que yo he trabajado, multinacionales farmacéuticas, en la vanguardia con todos los temas formativos, ya tuve la oportunidad hace más de 15 años de empezar a formarme en las áreas del mentoring, coaching e inteligencia emocional, especialidades muy en boga en estos días.

En aquel entonces en un curso de formación avanzado en la última disciplina ya tuve el segundo contacto con la Inteligencia emocional, de la que ya había tenido uno primero leyendo el libro de Daniel Goleman “ Inteligencia Emocional”, allá por el año 1996. En ambos sentidos fui una afortunada pues el libro dio muchas respuestas a muchas preguntas del por qué, por ejemplo, algunas personas muy brillantes a lo largo de nuestra carrera universitaria, los mejores expedientes, no habían alcanzado el éxito en su vida profesional tras terminar los estudios. Como sabéis, antes se valoraba la capacidad profesional de una persona por su coeficiente de inteligencia ( CI) por sus títulos y calificaciones pero ahora es necesario establecer la capacidad emocional o la bien llamada inteligencia emocional de las personas para el buen desempeño.

Volvamos a aquel primer curso hace más de 15 años…el conductor del mismo nos explicaba como según las investigaciones desarrolladas por J.B. Hunter y F.E. Schmidt sobre una muestra de población universitaria  y su posterior seguimiento en las carreras profesionales demostraron que la correlación existente entre el CI y el nivel de eficacia que mostraron los individuos analizados en el desempeño de su profesión no superaba el 25%. Por lo que queda sin explicar el 75% del éxito laboral ( ejemplos del por qué una persona con pocos éxitos académicos ha triunfado en el mundo profesional, etc.)

Los psicólogos Peter Salovrey de la Universidad de Yale y John Mayer de la Universidad de New Hampshire fueron los primeros en hallar una respuesta: el éxito no está en la cabeza sino el corazón.

Posteriormente quien más ha investigado y escrito sobre ello ha sido el profesor Daniel Goleman, en sus libros ” Inteligencia Emocional ” y “ la práctica de la Inteligencia emocional”, en los que explica cuáles son las claves intelectuales para poder triunfar en la vida, que difieren mucho de las bases que hasta aquel entonces hacían predecir el éxito de una persona.

Daniel Goleman distingue en sus obras 25 competencias emocionales agrupadas en 5 dimensiones clave del comportamiento para alcanzar el éxito a las que yo me he permitido añadir 3 más con permiso del Dr. Goleman, que espero perdone mi osadía y que comparto con todos:

25 competencias Inteligencia Emocional Daniel Goleman

Y como ya decía en mi post publicado ayer sobre ¿Cómo asumir el fracaso?, el que llega a ser líder, es quien sabe manejar muy bien sus capacidades emocionales e intelectuales, que tienen mucho que ver con su carácter/personalidad, actitud ante la vida más, que con sus aptitudes, que las tiene que tener indudablemente, pero son las primeras las que harán conseguir lo que se proponga.

 

Muy interesante poder departir con vosotros acerca de este tema.    :-)

 


Por Montse Sánchez-Agustino
 
 
 
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