Viernes, 7 de febrero de 2014

Procrastinación

Procrastinacion TOMORROW

Procrastinación. Tomorow. Rias Baixas. Galicia ( Imagen by MSAM)

Del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro, postergar o posponer, es la acción o hábito de demorar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables. En otras palabras aplazar los asuntos pendientes, o la tan manida frase de, “dejar para mañana lo que podrías hacer hoy”, ésta, algunas veces mala costumbre, es lo que significa procrastinación.

Podemos ser:

  • Procrastinadores eventuales, cuya actitud huidiza o esquiva se repite habitualmente.
  • Procrastinadores crónicos, cuya conducta huidiza es constante y repetida en el tiempo.

 ¿A qué puede deberse?

- Stress por exceso de trabajo que conduce a una mala gestión del tiempo: saturación.

- No cumplimiento de plazos.

- Exceso de perfeccionismo.

- Pereza.

- Falta en realidad de apremio.

- Diferenciar que es lo apremiante de lo que no lo es.

- Falta o déficit de atención.

- Evasión a la realización del tema o asunto por miedo, temor.

- No estar bien preparado: miedo al fracaso.

- Baja autoestima.

- Sentimiento de culpa.

Aunque en mi opinión, es una combinación de posponer una actividad que bien no nos gusta, nos da pereza o nos resulta complicado realizar, con un problema de falta de tiempo y no saber establecer prioridades.

¿Cómo poder desarrollar nuestra actividad profesional y personal sin procrastinación? Obligarse al cumplimiento utilizando las siguientes ayudas:

- Buena gestión del tiempo: planificación y organización.

- Saber priorizar : saber definir bien lo que es prioritario e importante de lo que no lo es.

- Alertas en nuestras agendas, ya sean en papel, electrónicas ( Outlook, Ipad,  smartphones….), en donde se señale fecha tope de la que uno no se puede pasar para hacer las tareas adecuadamente y así cumplir con los tiempos.

- Estar en un entorno de trabajo donde no exista la procrastinación, a algunos les podrá servir para ejercer el cumplimiento de la tarea. Pero para ello hay que realmente querer cambiar la conducta.

Creo que en mayor o menor medida, todos somos o hemos sido procrastinadores eventuales, y a veces, con quién sabe qué tareas… lo hemos sido a conciencia.

Si te ha gustado este artículo, compártelo en redes sociales y haz tus comentarios aquí. Gracias

 

 


Por Montse Sánchez-Agustino
 
 
 
Deja tu comentario