Procrastinación
Procrastinación. Tomorow. Rias Baixas. Galicia ( Imagen by MSAM)
Del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro, postergar o posponer, es la acción o hábito de demorar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables. En otras palabras aplazar los asuntos pendientes, o la tan manida frase de, “dejar para mañana lo que podrías hacer hoy”, ésta, algunas veces mala costumbre, es lo que significa procrastinación.
Podemos ser:
- Procrastinadores eventuales, cuya actitud huidiza o esquiva se repite habitualmente.
- Procrastinadores crónicos, cuya conducta huidiza es constante y repetida en el tiempo.
¿A qué puede deberse?
- Stress por exceso de trabajo que conduce a una mala gestión del tiempo: saturación.
- No cumplimiento de plazos.
- Exceso de perfeccionismo.
- Pereza.
- Falta en realidad de apremio.
- Diferenciar que es lo apremiante de lo que no lo es.
- Falta o déficit de atención.
- Evasión a la realización del tema o asunto por miedo, temor.
- No estar bien preparado: miedo al fracaso.
- Baja autoestima.
- Sentimiento de culpa.
Aunque en mi opinión, es una combinación de posponer una actividad que bien no nos gusta, nos da pereza o nos resulta complicado realizar, con un problema de falta de tiempo y no saber establecer prioridades.
¿Cómo poder desarrollar nuestra actividad profesional y personal sin procrastinación? Obligarse al cumplimiento utilizando las siguientes ayudas:
- Buena gestión del tiempo: planificación y organización.
- Saber priorizar : saber definir bien lo que es prioritario e importante de lo que no lo es.
- Alertas en nuestras agendas, ya sean en papel, electrónicas ( Outlook, Ipad, smartphones….), en donde se señale fecha tope de la que uno no se puede pasar para hacer las tareas adecuadamente y así cumplir con los tiempos.
- Estar en un entorno de trabajo donde no exista la procrastinación, a algunos les podrá servir para ejercer el cumplimiento de la tarea. Pero para ello hay que realmente querer cambiar la conducta.
Creo que en mayor o menor medida, todos somos o hemos sido procrastinadores eventuales, y a veces, con quién sabe qué tareas… lo hemos sido a conciencia.
Si te ha gustado este artículo, compártelo en redes sociales y haz tus comentarios aquí. Gracias